
Es una consecuencia de la segmentación y de la presión del FMI para reducir el déficit. La caída más fuerte es en los giros a CAMMESA, la empresa que regula el sistema eléctrico.
Los subsidios a las tarifas de servicios públicos se redujeron casi 20% en términos reales, como producto de la segmentación de usuarios y de los incrementos autorizados a las empresas prestadoras. El cálculo fue hecho por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) que depende de la Universidad de Buenos Aires.
De acuerdo a los números elaborados por el IIEP, entre enero y abril de este año el gobierno nacional destinó $ 854.676 millones para subsidiar los servicios de gas, electricidad, transporte y agua. La cifra supera ampliamente los $ 520.198 millones destinados a esos rubros en el mismo período de 2022. Sin embargo, si se descuenta la inflación transcurrida, se verifica una reducción en términos reales del 19,8 por ciento.
El dato se enmarca en la decisión del gobierno de contener el déficit fiscal, uno de los objetivos planteados por el equipo económico. Se trata no sólo de una resolución propia, sino de una de las exigencias planteadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del programa de facilidades extendidas suscripto el año pasado.
En ocasión de la última revisión del acuerdo, en marzo del año pasado, el memorándum enviado por el gobierno al directorio del FMI señalaba que uno de los objetivos para 2023 era reducir el déficit fiscal a no más de 1,9% del PBI. Entre otras herramientas, las autoridades se comprometieron a “mejorar la orientación de los subsidios a la energía, el transporte y el agua (al menos en 0,6% del PBI)”.
El ejemplo de CAMMESA
Según el reporte del Observatorio de Tarifas del IIEP, la caída se explica “por una reducción real en energía del 25% interanual y en agua del 26,9% interanual. El rubro transporte aumentó los subsidios reales en 1,9% interanual”.
“De esta forma, los subsidios acumulan $ 3492 billones en los últimos doce meses a moneda de abril de 2023. Esto implica una caída real del 22% respecto a igual período anterior y del 25% respecto al pico observado en junio (acumulados entre julio de 2021 y junio de 2022)”, agrega el texto.
La caída se verifica principalmente en el área de energía, la que se lleva casi tres cuartas partes del total de subsidios. Un ejemplo claro lo ofrece CAMMESA, la compañía que opera el sistema eléctrico mayorista de todo el país, fija los precios y regula las transacciones entre generadores y distribuidores de electricidad. Las partidas destinadas a esa firma para cubrir la parte de la tarifa que los usuarios dejan de abonar sumaron en el primer cuatrimestre de este año $ 332.222 millones, cayeron 54,6% luego de descontar la inflación y fueron menores, incluso en términos nominales, al período enero-abril de 2022.
También desaparecieron varias partidas destinadas al gas, entre ellas la famosa resolución 46 creada durante el macrismo para estimular la producción. Muchas de ellas fueron reemplazadas por el nuevo plan Gas.Ar. Aun así, la suba de todas esas partidas fue de apenas 14,4% en términos nominales.
A contramano de ese rumbo, se verificaron incrementos sustantivos en dos rubros. Uno de ellos fueron las transferencias a ENARSA, que llegaron a $ 282.517 millones. Según el trabajo, se trata de un incremento de “260,5% interanual real, mayormente explicado por la compra anticipada de barcos de GNL”, lo que permite suponer que, en los próximos meses, con las importaciones ya pagadas, habrá una fuerte caída en esas partidas.
Fuente: Tiempo Argentino