
Nueva tecnología que permite mayores prestaciones que el tradicional conductor Al/Ac.
Respecto a los conductores tradicionales para líneas aéreas de aluminio/acero (ACSR), en la tecnología del ACCC se reemplaza el refuerzo de acero por un núcleo de fibras de carbono y vidrio, recubiertas por una resina epoxi de alta temperatura, sobre el que se colocan sectores trapezoidales de aluminio 1350 H0 (temple blando), posibilitando un excelente comportamiento a temperaturas elevadas con flecha reducida y menores pérdidas de línea, entre otras ventajas, señala Jorge García de IMSA.
El equipo técnico de IMSA, como fabricante local, señala que el núcleo compuesto es más liviano y de menor diámetro que el acero permitiendo la incorporación de un 28% más de aluminio sin aumentar el peso o el diámetro. El aluminio usado es de mayor conductividad permitiendo obtener una menor resistencia eléctrica posibilitando que sea más eficiente, ya que reduce las pérdidas de línea entre 25 y 40%, en comparación con los conductores convencionales de ACSR de igual diámetro externo.
A nivel mundial hay más de 280 empresas de servicios eléctricos que instalaron más de 130.000 kilómetros de conductores ACCC en más de 800 proyectos en 52 países. Estas instalaciones están reduciendo las emisiones de CO2 en 2,6 millones de toneladas por año (el equivalente a sacar de circulación más de 600.000 automóviles).
Cuando se usan conductores ACCC para reemplazar conductores ACSR de diseños equivalentes y en las mismas condiciones de funcionamiento, podemos fundamentar que con los conductores ACCC se reducirán las pérdidas de línea y las emisiones de CO2 asociadas entre 27 y 31%, pudiendo llegar hasta un 40% en función de las características operacionales del sistema.
Comparando ambos conductores las ventajas del ACCC son:
En líneas existentes duplicar la transmisión sin cambiar las estructuras. Siendo esto una ventaja inmediata para aumentar la capacidad de las líneas actualmente limitadas por el conductor. En líneas nuevas aumentar el vano, con el consiguiente ahorro de estructuras, fundaciones, mano de obra y tiempo de montaje.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2).
Menores pérdidas de transmisión por efecto Joule.
Disminuir la necesidad de generación de energía eléctrica.
Reducir el consumo de combustibles en las plantas generadoras.
Flecha térmica muy reducida.
Transportar el doble de la corriente.
Para la instalación se emplea el mismo equipamiento que el usado para los ACSR.